Como me gustaría desaparecer...
por unos momentos...
por solo un instante...
alejarme tanto para ni ver mi mundo...
En estos días me he dado cuenta de que la espupidez humana no tiene límites, y me he dado cuenta conmigo mismo. El ser humano no tropieza 2 veces con la misma piedra, sino 45 veces.
Ya estoy acostumbrado a puñaladas por la espalda y demás vanalidades.
Estoy escuchando "No diré que es amor". Es de Disney. No me entiendo ni yo.
He aprendido que las amistades son como flores... necesitan riego aunque no lo parezca. Este es el caso de mi Lidia. A la pobre la he dejado de lado un tiempecillo. Creo que pagué con ella lo que no puedo hacer con otros... ya sabes, la confianza da asco.
Aich, necesito algo en mi vida... un cambio.... o algo.
